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A COMESAÑA CASI LE EXPLOTA EL TUBO DE ENSAYO

De no ser por figuras como Cantillo y Jarlan, mas el aporte del jugador número 12 (Moreno), estuviéramos hablando de una derrota segura y dolorosa para las aspiraciones de Junior.

 

Durante los dos días previos al partido de anoche contra Santa Fe se venía hablando en el entorno de Junior de la opción de jugarlo con nómina alterna, puesto que se viene una seguidilla de partidos que serán fundamentales en el devenir deportivo de este segundo semestre. Mala idea por dos razones: la primera, el rival era lo suficientemente importante como para no dar papaya en la apretada tabla de posiciones; y la segunda, está demostrado que el Combo de los Fracasados (grupo de jugadores que hoy ve los partidos desde el banco o la tribuna) no es capaz de sacar adelante ninguna misión, por poco exigente que esta sea. Para la muestra más reciente, el desempeño y el resultado ante el hoy descendido Leones.

Pero está bien… pongamos que era urgente y necesaria la rotación, pero el banco de prueba no era de visitante frente a un grande como Santa Fe, sino de local ante un chico y eliminado como Patriotas.

Estos perdedores están plenamente identificados por la mayoría del periodismo y la hinchada, pero aquí se les mencionará por última vez para no tener que hablar más de ellos en un futuro, salvo cuando haya que hacerles el juicio definitivo.

David Murillo, Deivy Balanta, Jonathan Ávila, Germán Gutiérrez, Enrique Serje, Léiner Escalante y Yony González, para solo hablar de los que jugaron ayer, demuestran reto tras reto, partido tras partido, que con ellos no se cuenta para nada y no que deben jugar ni un partido más en Junior. El único gran aporte de los mencionados fue el centro del lateral izquierdo para el 2-2.

Mejor dicho… de aquí en adelante, salvo lesionados o suspendidos, los mismos 14 o 15 jugadores en los que se ha sostenido la campaña son los que deben afrontar la recta final de la Liga y la Suramericana. Y es que anoche no fue la excepción, porque de no haber sido por Cantillo y Jarlan, mas el gran aporte que brinda Moreno, se estuviera hablando de una derrota segura y dolorosa.

El mixto magdalenense, (ayer de interior izquierdo), le dio a Junior esa verticalidad que tanto le hizo falta en ese primer tiempo soporífero, jopérico y aburrido, mientras que el 10 samario entró lúcido, aportando la pausa necesaria y generando fútbol ofensivo. De los pies de ambos, además de los de Hernández, nació el empate. Es que cuando se juntan los que saben, lo más seguro es que salga un golazo como el del extremo urabeño.

Dentro de las cosas por corregir, y que parecen incorregibles, está el juego aéreo defensivo; pero esta vez hubo más mérito de Santa Fe que error de Junior. No está de más recordar que el cuadro ‘cardenal’ ha ganado partidos, clasificaciones y hasta títulos por medio de esta variante ofensiva. Ayer quedó patentado que siguen teniendo la fuerza aérea más temible del continente; porque si bien no están los Mina, Meza y Tesillo, aún quedan torres como Urrego (el del primer gol), Perlaza (el del segundo) y Moya.

Al final de cuentas, punto importante, que pudieron ser tres si no se hubiera sobrado el partido poniendo a los impresentables de siempre y si, por consiguiente, no se hubiera regalado el primer tiempo al dejar aquí en Barranquilla parte de las herramientas con qué hacerle daño al Santa Fe más pobre de los últimos diez años.

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