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La corta pero exitosa historia de Julio Comesaña con Gabriel Ochoa Uribe

En días recientes, el fútbol colombiano se vio sorprendido con la dura noticia del fallecimiento de Gabriel Ochoa Uribe, ex jugador y ex técnico antioqueño que dejó una huella imborrable en el balompié de nuestro país. Ochoa Uribe, médico de profesión, es el técnico colombiano más exitoso de la historia, puesto que conquistó cinco títulos de Liga y uno de Copa con Millonarios, uno con Santa Fe y siete con América de Cali, en donde es ídolo absoluto e indiscutible por el pentacampeonato en los años 80, además de las tres finales de Copa Libertadores.

Ni bien se conoció la noticia de su muerte, muchos personajes del fútbol expresaron sus condolencias y su dolor por su partida. Uno de ellos es Julio Comesaña, actual técnico de Junior, con el que compartió una corta pero existosa historia durante sus primeros años como futbolista en Colombia. Pocos saben que Comesaña, que estará eternamente ligado a la historia del tiburón, inició su andadura en nuestro país con la camiseta azul en el año 1972, año en el que, bajo la guía del doctor Ochoa, pudo salir campeón por primera vez en su carrera.

En entrevista con el VBar de Caracol, Julio recordó sus épocas cuando era dirigido por Ochoa, del que destaca su conocimiento y su ambición: «era un grandísimo estratega, de gran nivel. El doctor Ochoa nunca subestimaba a nadie. Recuerdo que un día jugamos contra Cúcuta y le ganamos 5-1. El martes, cuando volvimos a entrenar, nos reunió y habló sobre el gol que nos hicieron. Estuvo una hora hablando sobre el gol que nos hicieron. Tenía mucha información y durante la semana nos hablaba del rival. Podía ser Nacional o el último, pero nos hablaba de cada jugador, de cómo había entrenado. El doctor siempre ha tenido jugadores muy buenos de mitad de cancha hacia adelante, desequilibrantes y con mucho gol. Entonces él sabía que defendiendo bien, con seguridad, ganaba los partidos».

Julio Comesaña llegó a Millonarios en 1972. Con este equipo fue campeón por primera vez en su carrera ante Deportivo Cali y Junior, donde luego se convertiría en ídolo.

Sobre su cualidad humana, el uruguayo ponderó que era un estrategia que se preocupaba mucho por el jugador, y que lo que más destacaba era su exigencia en cada entrenamiento y partido: «Yo lo recuerdo como un ser humano valioso, con unos detalles de cariño y cercanía con el jugador, con la familia. Visitaba a los jugadores en la casa y vivía preocupado por los jóvenes que se descarrilaban. Era duro, exigente consigo mismo, y así con el resto. Disciplina, información, trabajo en la cancha. Yo llegué a pensar que el doctor Ochoa, como todo el mundo, quería ganar. Nadie quiere perder, pero me parece que él odiaba la derrota, no la soportaba».

Los caminos de Julio Comesaña y Gabriel Ochoa Uribe se cruzaron en 1972, cuando el uruguayo, que en ese entonces tenía 24 años, aceptó jugar en Colombia, llegando procedente de Kimberley de Mar del Plata. Por su parte, Ochoa ya era un veterano entrenador que se había ganado un lugar en la historia de Millonarios, con el que había salido campeón diez veces: cinco como jugador entre 1949 y 1953, y otras cinco como entrenador entre 1959 y 1963. Comesaña se ganó la titularidad en el equipo de Ochoa gracias a su rendimiento como un volante de marca rendidor, que cumplía con las exigencias que pedía el estratega antioqueño.

En ese campeonato, Millonarios disputó 60 partidos (de los cuales Comesaña participó en 26), en el que ganó 35, empató 14 y perdió 11. En el torneo Apertura, el equipo azul terminó líder con 38 puntos en 26 partidos, a dos de Junior. Por su parte, en el torneo Clausura finalizó segundo con 36 unidades, las mismas que Deportivo Cali y Atlético Nacional, con los que disputó un tringular de desempate, en el que también finalizó segundo, lo que le permitió avanzar al triangular final con los azucareros y con Junior.

Julio Comesaña se ganó la confianza de Gabriel Ochoa Uribe e integró el equipo que ganó la décima estrella.

En ese triangular final, los capitalinos acumularon cinco puntos luego de un triunfo y tres empates. En el partido decisivo disputado el 28 de enero de 1973, Millonarios igualó 0-0 en Bogotá con los azucareros, obteniendo el décimo título en su historia. Además de Julio Comesaña, se destacaron Hermenegildo Segrera, Julio Édgar ‘Chonto’ Gaviria, Joaquín González, Euclídes González, Senén Mosquera, Alejandro Brand, Arturo Segovia, Willington Ortíz, Julio Gómez y Jaime Morón.

El campeonato de 1972 fue el punto de partida para la exitosa carrera del uruguayo, que llegó a Colombia y nunca se fue. Se convirtió en ídolo de Junior, con el que salió campeón como jugador y como técnico, además de dirigir en otros equipos con buenos resultados. Por su parte, Ochoa culminó con un título su exitosa etapa en el azul capitalino, y luego de un tiempo de descanso, asumió el mayor reto de su carrera: América de Cali, al que convirtió en uno de los más grandes del continente. A su manera, tanto Julio Comesaña como Gabriel Ochoa Uribe dejaron su huella en Colombia, y juntos tuvieron una corta pero exitosa historia.

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Victor Amariz Castro

Comunicador social y periodista de la Universidad Autónoma del Caribe, con experiencia como redactor y reportero en prensa digital y televisión. Coordinador y editor de JUNIOR A UN CLICK. Junior, River y Milan, en ese orden.

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