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Pasto ganó 1-0 y con 10 jugadores en el Romelio Martínez

Por: Nilson Romo Mendoza

No encuentra soluciones de ataque Junior y la palidez para marcar un gol que llegó a los 270 minutos en ayuno sin llevarla a la red contraria. La derrota de Junior ante Pasto por la mínima (0-1) la noche del miércoles en el Romelio Martínez es el reflejo de un equipo paralizado, que solo se recrea con el balón y sin aprovechar hasta la ventaja del jugador de más durante un cuarto de hora de partido.

Los tiburones a falta de pólvora son un tiro al aire y que no encuentra diana. Su juego no le ayuda con extremos abiertos, jugando al pie y escasa movilidad del centro delantero. Esta vez fue Miguel Ángel Borja como ariete y que sufrió en el campo con un solo tiro al arco. La orden de los dueños del club de no hacer efectiva su opción de compra al Palmeiras de Brasil y no haber jugado en la fecha pasada le afectó. El atacante terminó discutiendo con su marcador Cristian Tovar.

Volvió el Junior con un arranque sin la concentración desde el pitido inicial y se llevó un susto. Nervios, falta de tensión de zagueros y mediocampistas provocaron la galopada de Pasto que tocó la puerta de Viera con tres tiros mal definidos en menos de 10 minutos.Ray Vanegas en dos momentos y Ederson Moreno tras un desajustado movimiento de Mera y Jefferson Gómez.

Junior solo ha marcado un gol en los últimos tres partidos disputados ante Deportivo Pasto en Barranquilla.

En medio de impresiones y un mediocampo juniorista sin juntar líneas, Fredy Hinestroza respondió con un tiro que bloqueó el portero Martínez. Junior solo recuperó tranquilidad con la pelota tras el campanazo de Pasto. Se recreó con la pelota y dio un paso adelante con Didier Moreno, Sherman Cárdenas y Marlon Piedrahita para buscar al extremo Cariaco González y el anclado entre los zagueros Miguel Ángel Borja.

A los tiburones les faltó la última puntada con la trenza que no acabó sin la aguja del atacante cordobés. El espinazo tiburón tembló cuando Pasto salió en carrera para atacar a Mera y Jeferson Gómez en los duelos. La precipitud o una equivocada decisión del rival solo apagó el incendio en el balcón de Viera. El carril derecho fue la autopista rojiblanca.

Con Cariaco, Junior encontró gatillo y no pólvora, sin encontrar rematador soluciones para armar el disparo. Con Jeison Angulo por el carril izquierdo los dirigidos por Amaranto Perea la pelota llega a la mitad de la cancha para abrir pasillo a un Hinestroza alegre, pero sin el pie de seda para meter balones al corazón del área.

Deportivo Pasto volvió a celebrar un triunfo en Barranquilla después de 7 años.

Con el segundo tiempo y el entrenador Amaranto Perea paralizado sin sacudir la pizarra, el Junior siguió con el guion y la ofuscación para no encontrarle las cosquillas a su enemigo, bien parado y correcto. Posesión estéril y cambios como el de Cetré que solo logró atrincherar al rival, que espero su oportunidad para llegar a la portería con un único remate a puerta. No tuvo miedo Pasto a pesar de la expulsión de Mairon Quiñónez a los 66 minutos para desnudar a los tiburones.

Tras un ataque ofensivo y un globo al área cazado por Daniel Martínez armó un ataque con tres jugadores. El portero Martínez sacó con su brazo de lanzador de jabalina (hasta se salió del área) y puso a correr ante el horizonte a Esneyder Mena, quien ante el regreso pasivo del los defensas locales, levantó la cabeza, vio a Medina y este de primera recibió y habilitó a Feiver Mercado. El delantero de Galapa definió cruzado ante la presión de Jeferson Gómez y la salida de Sebastián Viera. Con la corneta encima y el reloj presionando, Tutunendo Valencia entró en Junior por un Larry Vásquez. La sustitución aumentó la congestión de un ataque estático. Los rojiblancos solo acumularon más jugadores en el área de Pasto que defendió con los dientes su victoria.

Volvieron los fantasmas en Junior de un equipo que con la posesión (70%) y con equipos, metidos en su área, palidece. La cara de Amaranto Perea, un asistente Luis Grau sentado, el delegado viendo su teléfono móvil en pleno partido y un Larry Vásquez extenuado reflejaron la preocupación del campeón de 2019. La asignatura pendiente de Amaranto Perea es hallar un equipo para atacar. No la encontrado y su consolidación como entrenador en aguas del Tiburón empieza a oler a peligro.

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Victor Amariz Castro

Comunicador social y periodista de la Universidad Autónoma del Caribe, con experiencia como redactor y reportero en prensa digital y televisión. Coordinador y editor de JUNIOR A UN CLICK. Junior, River y Milan, en ese orden.

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